Un productor tambero de la localidad bonaerense de Tandil decidió liquidar su tambo de 650 vacas: se trata de Alejandro Luro, quien se retiró del negocio ante la falta de rentabilidad presente en el sector lechero. El rodeo lechero fue rematado en la sede de la Sociedad Rural de Chivilcoy por la firma Saenz Valiente Bullrich & Cía. (las vacas fueron adquiridas por distintos tamberos de la zona). En total se comercializaron 648 vacas (quedaron sin vender 82 animales) a un precio promedio de 2711 $/cabeza. En dicho remate se vendieron 445 vacas en lactancia a un valor medio de 2759 $/cabeza, 120 vacas secas preñadas a 2390 $/cabeza y 83 vaquillonas preñadas a 2922 $/cabeza. “Este remate da la pauta de lo que está sucediendo en la lechería: son cada vez más los productores que deciden retirarse del negocio para pasar a hacer agricultura”, sostuvo Martín Fernández Cagnone, vicepresidente de la Sociedad Rural de Chivilcoy, quien también comentó que durante el mes de mayo en Chivilcoy se remataría otro tambo de 1200 cabezas perteneciente a un conocido productor tambero de la zona. Hace algunos años la mayor parte de los productores tamberos de las principales cuencas lecheras comenzaron a experimentar serios problemas económicos y financieros a partir del control de precios y las restricciones para exportar que implementa el gobierno nacional sobre el sector lácteo. Ante este panorama, son cada vez más quienes deciden rematar sus vacas lecheras para alquilar sus campos o bien pasarse a la actividad agrícola.
El panorama nacional de la producción lechera es bastante desalentador, los tambos argentinos tienen cada vez menos incentivos para seguir produciendo, los productores sólo reciben un tercio del precio final de la leche, lejos de la promesa del Gobierno, de un valor de $ 1 para cada litro de leche en boca de tambo.
Mientras que el precio del sachet de leche en los supermercados sube y ya ronda los dos pesos, el monto recibido por los productores es de alrededor de 0,75 de peso por litro y no alcanza para que la actividad sea rentable, acelerando el proceso del cierre de tambos que no resisten una realidad signada por características tan particulares como estas:
En setiembre de 2008, la SAGPYA dejó de publicar el precio recibido por los productores, pero según la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires, cayó alrededor de 15 centavos desde entonces, cuando había alcanzado los 90 centavos.
El valor acordado en octubre de 2008 entre el Gobierno, la industria y los productores, de un peso por litro de leche cruda, nunca se respetó.
Esta baja en el precio recibido no acompaña el costo de producción de la leche, que es cada vez más alto. Según cálculos de la Unidad de Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA, un tambero que produce un promedio de 23 litros leche por vaca y por día, con ingresos de $ 0,75 por litro, en un campo del oeste de Buenos Aires sufre una pérdida de u$s 145 por hectárea.
Con $ 0,75 por litro, el margen bruto que obtiene un tambero de la zona mencionada es de u$s 55 por hectárea, pero a éstos debe sumar los gastos de administración y estructura, que arrojan como resultado final el rojo de u$s 145.
En campos alquilados, la producción lechera es completamente inviable. Arroja una pérdida de u$s 544 por hectárea si se paga un arrendamiento de 17 quintales de soja por hectárea.