Por: Oscar González
ogonzalez@cardalesprod.com.ar
La reunión entre el gobierno y el sector agropecuario llevada a cabo el día Viernes 31 de julio, marca un punto de inflexión en el accionar de la Comisión de Enlace.
Desde aquel 11 de marzo que alumbrara el nacimiento de la RM 125 hasta el día de la fecha, ésta comisión representativa ha transitado un camino, que a pesar de su brevedad, ha sido intenso, sinuoso y cambiante. El balance de la gestión construida hasta hoy, debe ser, con sus más y sus menos, altamente satisfactorio, pero no debe impedir avizorar el tiempo futuro que queda planteado en la escena.
En un país que ha decidido, por acción u omisión, abandonar la democracia de partidos reemplazándola por la democracia de personajes, la aparición de un cuerpo colegiado de la naturaleza que tiene esta comisión, puede convertirse en el norte a seguir por aquellos argentinos que quieran recuperar la institucionalización de la república, que supongo, no seremos pocos.
Para empezar creo, como ellos mismos dicen, que la mesa no es ejemplo de nada, pero no puedo ignorar de manera alguna las enseñanzas que nos han dejado a lo largo de este inquieto año:
Independientemente de las diferencias sectoriales entre las cuatro entidades, que son muchas y profundas, han sabido privilegiar el bien común del sector en general, utilizándolo como catalizador de unión y objetivo primario de su tarea, lo que trajo aparejado el respeto y el reconocimiento de muchos sectores no involucrados con las entidades en sí mismas, como los autoconvocados o la sociedad misma que, actuando en conjunto, le dieron a la mesa una mayor calidad a la legitimidad funcional, que a lo mejor en origen no la tenía.
Este circunstancial emergente, logró que aquel reclamo gremial ante un gobierno voraz, se fuera convirtiendo, poco a poco, en una legítima demanda social ante nuestros gobernantes para no desaprovechar un turno histórico donde confluían excelentes rindes agropecuarios con precios internacionales fabulosos y creciente y sostenida demanda de alimentos. Fue entonces, la mesa, el instrumento que utilizó la sociedad para reclamar diálogo, distribución de la riqueza, coparticipación federal, institucionalización de la república y, todos aquellos valores que ante la falta del funcionamiento orgánico de los partidos y el ejercicio prepotente de la mayoría en el Congreso, se habían ido resintiendo.
Fue de la mano de la mesa que actores fundamentales de nuestro sistema de gobierno ocuparon nuevamente el lugar que la escena les reserva; primero el Congreso de la Nación, luego los Intendentes y los gobernadores y junto con ellos los valores fundamentales que representan: el derecho de peticionar a las autoridades, el gobernar a través de nuestros representantes, el interior de la república – que en nuestro país comienza a 20 km del Obelisco- como así también las falencias, como la recesividad del sistema impositivo acompañado, la más de la veces, por un espíritu contrario al que marca nuestra Constitución.
A pesar de las situaciones emergentes y de la profundidad de la crisis y su desenvolvimiento, las entidades agropecuarias no modificaron sus calendarios institucionales ni suspendieron sus manifestaciones democráticas internas, es así que vimos marchar de la mesa a dos integrantes que habían finalizado sus respectivos mandatos al frente de sus agrupaciones: Fernando Gioino de CONINAGRO y Luciano Miguens de SRA, propinando al gobierno un tremendo cachetazo didáctico en pleno adelantamiento de unas legislativas plagadas de candidaturas berretas y testimoniales.
Hubo al fin un sinnúmero de aciertos más, que hemos venido analizando junto con Uds. a lo largo de este conflicto, tanto en la radio, como aquí, en nuestro news, pero hoy la responsabilidad pasa por aventurar el futuro, un futuro que nos instala en el Congreso de la Nación verdadera caja de resonancia de los problemas por los que atraviesa el país, y que ha sido inmediatamente condicionado por el resultado de los comicios del 28 de junio y, que en virtud de éstos, será modificado en su conformación a partir del 10 de Diciembre próximo.
Once Diputados Nacionales y una Senadora de la Nación provenientes de la familia agropecuaria nacional harán su ingreso en la Casa de los representantes del pueblo, un logro más de la mesa, que lejos de caer en el facilismo corporativo de convertirse en el “partido del campo” apostó fuertemente a la democracia de partidos impulsando la participación responsable de sus cuadros dentro de las divisas partidarias de su preferencia.
Al llegar hasta aquí, comprenderá el lector que no son pocos los motivos que impulsan el trato descortés del gobierno hacia la mesa, tampoco son flacos los intereses y eso redunda en esfuerzos estratégicos para impulsar roturas y filtraciones en un frente agropecuario que se muestra intacto hasta hoy, y de alto valor representativo, a pesar que el tiempo juega a favor del desinterés social que se caracteriza, en nuestro país, por su fácil dispersión, olvido y apatía.
En los cambios de figuras antes mencionados, no es ánimo de quien esto escribe ni la crítica ni el embanderamiento, pero no sería de buen profesional dejar de manifestar mi pensamiento personal y señalar que la incorporación de Carlos Gareto, suma, y mucho a esta mesa, de la misma forma que me es obligado expresar el alejamiento de una figura trascendental en el aporte de la mística y el diálogo multidireccional que tuvo en Luciano Miguens a uno de sus cultores más importantes, él ha sabido ser un verdadero constructor de puentes de plata hacia todos lados, él tuvo la capacidad de humanizar a la Sociedad Rural borrándole toda pátina de antipatía del pasado, y no precisamente por dejar de hablar claro y alto.
Pero con sus altas y sus bajas, la mesa está de pie frente al futuro, un futuro que será el nuevo escenario del desarrollo de una labor más intensa, se ha pasado de la protesta a la propuesta, la tarea ha sido impecable, debe entenderlo la paciencia del productor argentino acostumbrada a tiempos de urgencias fugaces e inminentes, condicionada por factores tan disímiles como el económico y el climático.
El gran desafío de la mesa hoy, es saber construir andamiajes que le permitan contener la impaciencia desesperada de las bases arruinadas por las políticas tendenciosamente desfavorables del gobierno.
El gran desafío de la mesa hoy, es saber construir autoridad legítima por encima de la autoridad individual de cada entidad, para convertirse en el organismo conductor de los legisladores emanados del sector, y que siguiendo el ejemplo dado cumplan con sus partidos políticos pero anteponiendo su certificado de origen, cada uno de ellos debe convertirse en el miembro informante natural de su bancada en los aspectos que hagan a la problemática rural.
El gran desafío de la mesa hoy, es saber construir institucionalidad utilizando la patente moral obtenida para instalar el debate de la postergación absoluta del interior nacional, el deterioro de esta forma de vida con arraigo y basada en la cultura del trabajo, atacada políticamente como sistema a través de un hondo desprecio al federalismo, desvirtuada su capacidad financiera por el manejo arbitrario de los fondos de Estado desconociendo el mandato Constitucional de la coparticipación.
El gran desafío de la mesa hoy, es construir un espacio amplio que le permita mostrar a su lado otras instituciones vinculadas al sector que hacen a la tecnología y a la ciencia, que descuento ya están convocadas y trabajando en conjunto, pero que es necesario mostrar para generar conciencia social que si podemos alimentar a 400 millones de personas, podemos garantizar riquezas para distribuir con justicia y equidad en nuestra Patria.
El gran desafío de la mesa hoy, es construir caminos hacia nuevos escenarios donde plasmar la legitimidad de su reclamo, y así como alguna vez nos enseñaron a recuperar el Poder Legislativo, bueno fuera que aprendiéramos de su mano que hay un Poder Judicial en la Argentina.
Usted seguramente me dirá: pero Gonzalez la mesa no es un partido político! - y tiene razón, pero sabe qué ocurre? – Las circunstancias la han ido acomodando de tal manera que hoy es un referente social de alta valía, y todos y cada uno debemos coadyuvar a protegerla, por eso debe estar en las “cosas grandes de la Nación” como un referente ordenador más de nuestra sociedad, por eso, y para que no se la coman “las cosas chicas del sector”, porque la mesa ha catalizado las expectativas de una sociedad maltratada por este gobierno, porque ésta es como la otra “mesa de los argentinos”: de todos. Ya le había dicho yo, hace como un año que la sociedad se da sus dirigentes como las plantas sus frutos: en forma natural y sin darse cuenta. Sepa esta mesa comprender el desafío que tiene por delante. Sepa esta mesa servir al futuro, que sin duda trae
Buenas Cosechas para todos!!!
Saludos,
Hoy (05/08/2009) escuche al Señor Enrique Avogadro que debemos dejar de ser habitantes de un territorio, para pasar a ser CIUDADANOS de una República.
Un abrazo Amigo Oscar y ojala podamos reproducir este escrito en muchos medios y que luego de leerlo obremos asi, como la Gente de la Mesa de Enlace,
Luis Almada
luis.almada@fibertel.com.ar
luisalmada.almada6@gmail.com
La Mesa de enlace es ejemplo y modelo. Modelo que no se replica en ningún modo en este gobierno ciego sordo enfermo de poder y de mil rengueras; modelo que no se replica en la oposición que a un mes de los comicios se resquebraja , orejea las cartas y en el mientras tanto baja todas las banderas que levantó.
La Mesa es modelo. Las bases y los dirigentes tienen deben tener y conservar la mas pura genética del ser productor rural. Deben tenerla y conservarla los mal llamados "agro-diputados", diputados salidos del campo y dados a la nación.
La mesa no se rompe. La mesa es de todos.
Un abrazo. Excelente editorial.
Oscar gracias, muy buena la nota
Abrazo grande
Fernando