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LOS PRODUCTORES PUEDEN ALIMENTAR AL MUNDO

Por: Norman E. Borlaug Profesor de la Universidad A&M de Texas, ganador del Premio Nóbel de la Paz 1970 por su contribución en lo relacionado al suministro mundial de alimentos.


Mejores semillas y fertilizantes, y no mitos románticos, les permitirá lograrlo.

A principio de este mes, en L’Aquila, Italia, un poblado pequeño recientemente devastado por un terremoto, los líderes de los países que integran el G-8 prometieron entregar US$ 20.000 millones en tres años para promover la inversión agropecuaria que ayudará a los productores de escasos recursos a acceder a herramientas como mejores semillas y fertilizantes, y ayudar a las naciones pobres a alimentarse. Para los que hemos pasado nuestras vidas trabajando en la agricultura, concentrarnos en producir alimentos en vez de regalarlos representa un avance importantísimo.

Con las herramientas correctas, los productores han mostrado una asombrosa habilidad de proporcionar alimentos para sí mismos y para otras personas, y poner en marcha el motor económico que revertirá el ciclo de la pobreza crónica. Además, escapar de la pobreza ofrece la oportunidad de lograr una mayor estabilidad política también en esos países.

Pero del mismo modo en que cambió el suelo debajo de la comunidad italiana de L’Aquila, también cambió el panorama político en otras partes del mundo, impartiendo dudas infundadas sobre las herramientas agrícolas obtenidas a través de la ciencia moderna como, por ejemplo, el maíz biotecnológico en algunas regiones de Europa. Aun aquí, algunos elementos de la cultura popular romantizan los antiguos métodos ineficientes de producción y evitan los fertilizantes y pesticidas, argumentando que EEUU debería empezar a producir alimentos orgánicos únicamente. Las personas deberían poder comprar alimentos orgánicos si así lo desean y disponer de medios financieros para ello, pero no a costa del hambre del mundo (25.000 personas mueren por día como consecuencia de la desnutrición).

Lamentablemente, estas distracciones nos alejan del objetivo principal. Tengamos en cuenta que a la productividad agrícola actual le llevó 10.000 años alcanzar la producción de apenas 6.000 millones de toneladas bruto de alimentos por año. En la actualidad, casi 7.000 millones de personas consumen casi la totalidad de esa provisión en un año. Tenga en cuenta la prosperidad en crecimiento y las casi 3.000 millones de bocas nuevas que alimentar para 2050, y rápidamente verá que los cálculos más crudos sugieren que dentro de los próximas cuatro décadas, los productores de todo el mundo tendrán que duplicar su producción.

Probablemente, deberán alcanzar esta proeza en superficies cada vez menores y ante las demandas ambientales que se susciten como consecuencia del cambio climático. De hecho, este mes el Comité de Oxford de Lucha contra el Hambre (Oxfam) publicó un estudio que concluye que los diferentes efectos del cambio climático podrían “revertir 50 años de trabajo para poner fin la pobreza extrema,” generando “la tragedia humana más definida de este siglo”.

En este momento de necesidad crítica, el epicentro de nuestro trabajo colectivo debería centrarse en impulsar inversiones continuadas por parte de los sectores público y privado en tecnologías eficientes de producción agrícola. Las inversiones como las anunciadas por los líderes del G-8 probablemente ayuden a facilitar el acceso a herramientas, como fertilizantes, semillas híbridas que han sido utilizados durante décadas en los países desarrollados, para los pequeños productores en lugares remotos como África, con el potencial de alcanzar un impacto notable y deliberado.

Dicha inversión no continuará motivando nuevos y novedosos descubrimientos, como variedades de semillas tolerantes a la sequía, resistentes a los insectos o de mayor rendimiento que avanzan aún más rápidamente. Para lograrlo, los gobiernos deben tomar decisiones acerca del acceso a nuevas tecnologías, como el desarrollo de organismos genéticamente modificados –basados en la ciencia– y no fomentar más agendas políticas. Los mercados abiertos estimularán la inversión continuada, la innovación y los nuevos desarrollos por parte de las instituciones públicas de investigación, las compañías privadas y las sociedades públicas/privadas nuevas.

Ya podemos ver el constante valor de estas inversiones simplemente observando las ganancias de productividad de doble dígito que derivan del maíz y la soja en gran parte del mundo desarrollado. En EE. UU. la productividad del maíz ha crecido más del 40% y la soja en casi el 30% desde 1987 hasta 2007, mientras que el trigo ha quedado atrás, aumentando solamente en un 19% durante el mismo período. La falta de inversiones significativas en arroz y trigo, dos de los cultivos básicos más importantes en la producción de alimentos para una población mundial en permanente crecimiento, es desafortunada y de poca visión. Ha mantenido la productividad de estos dos cultivos básicos en casi los mismos niveles observados a fin de los años de la década de 1960 y al final de la “revolución verde”, que ayudó a México y a India a dejar de ser importadores de granos para convertirse en exportadores.

Aquí también, la base parece cambiar lentamente en la dirección correcta, debido a las recientes inversiones privadas en trigo y las sociedades públicas/privadas en maíz para que África vuelva a ingresar al mercado. Estas inversiones y colaboraciones son fundamentales en nuestra búsqueda por alcanzar ganancias de productividad altamente necesarias en arroz y trigo para beneficiar a los productores de todo el mundo y, por último, a los que confiamos en ellos para producir los alimentos que consumimos todos los días.

De la historia, una cosa es cierta: la civilización tal como la conocemos no podría haber evolucionado, ni podría sobrevivir, sin un adecuado suministro de alimentos. De modo similar, la civilización que nuestros hijos, nietos y las futuras generaciones conocerán no evolucionará sin acelerar el paso de la inversión y la innovación en la producción agrícola.


El 12 de septiembre a las 10:45 horas, en su casa en Dallas, Texas, falleció el Dr. Borlaug. Contaba con 95 años de edad.

Norman Borlaug, considerado el padre de la Revolución Verde y de la agricultura moderna, fue Premio Nobel de la Paz en 1970. Es el único caso en la historia de este premio en que se reconoció a un investigador agrícola.

Alfred Nobel no especificó un premio para quienes se destacaran en la agricultura o en la producción de alimentos, por lo que el comité a cargo lo reconoció con el Nobel de la Paz por su papel en el combate contra el hambre mundial: sus investigaciones con plantas de alto rendimiento agrícola fueron llevadas a varias naciones en vías de desarrollo y salvaron cientos de millones de vidas.

Nació en Cresco, Iowa, Estados Unidos, el 25 de marzo de 1914. Hijo de pequeños agricultores, cursó estudios primarios y secundarios en su pueblo, para luego ingresar en la Universidad de Minnesota, durante la Gran Depresión.

Allí obtuvo su diplomatura en ciencias forestales en 1937. Continuó sus estudios y en 1941 obtuvo su licenciatura y en 1942 su doctorado, ambos en fitopatología.

Debido al gran éxito de la fitotecnia para mejorar la producción de cereales en Estados Unidos durante la época de la Gran Depresión, a principios de la década de 1940, el gobierno mexicano solicitó apoyo a la Fundación Rockefeller para combatir el déficit alimentario que en aquel momento se sufría en el país. A tal fin, el gobierno de México, con el apoyo de la Fundación, creó la Oficina de Estudios Especiales (OEE). En 1944, el Dr. Borlaug fue a trabajar a México, en el programa de la OEE.

Luego de dos décadas de trabajo, el gobierno mexicano cerró la OEE y unos años más tarde, propuso la fundación, en México, de una institución de investigación agrícola en colaboración con la Fundación Rockefeller y, en 1966, se creó el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) con proyección internacional. Muchos de los técnicos e investigadores que trabajaron en la OEE, incluyendo a Norman Borlaug, se unieron al CIMMYT.

Norman Borlaug, junto con su equipo de colaboradores mexicanos, se dedicaron durante más de 20 años al desarrollo de variedades semienanas de trigo que superaron a las variedades criollas que tradicionalmente se cultivaban en México, pues poseían un gran potencial de rendimiento, resistían la roya del tallo (un grave problema del trigo en aquella época) y no se volcaban (acamaban) con la aplicación de fertilizantes. Con los rendimientos producidos por las nuevas variedades, para finales de la década de 1950, México era autosuficiente en la producción de trigo.



Convencido de que "no habrá paz en el mundo con los estómagos vacíos", Borlaug innovó en el campo de las semillas híbridas y defendió la investigación como único medio para reforzar la producción de alimentos.

En poco tiempo, muchos países como India, Pakistán, Turquía, Túnez, España, Argentina, China, se beneficiaron con las nuevas variedades y la tecnología desarrollada en México. Con la siembra de los nuevos trigos semienanos, México e India lograron duplicar su producción de trigo entre 1966 y 1971. Había comenzado la Revolución Verde.

Muchos expertos consideran hoy, que la "revolución verde" iniciada por Borlaug, que permitió modernizar las técnicas agrícolas, evitó una hambruna mundial durante la segunda mitad del siglo XX y pudo haber salvado hasta 1000 millones de vidas.

Aunque en algunos casos Borlaug fue criticado por querer imponer una suerte de monocultivo agrícola en zonas enteras del mundo, la mayoría lo recuerda como "el hombre que alimentó al mundo", tal como se titula un libro publicado sobre él en 2006.

Borlaug recibió, además, las dos mayores distinciones civiles que, en Estados Unidos, otorga el Capitolio: la Medalla de la Libertad y la Medalla de Oro del Congreso. También obtuvo condecoraciones de numerosas universidades, desde la India hasta Bolivia.


Por:Marcelo R. Lascano

El universo agroindustrial ha ganado significación. Representa la quinta parte de la actividad económica argentina. Su derrumbe profundizaría las inocultables dificultades actuales


Si el conflicto sigue pendiente, la macroeconomía argentina no sólo registrará un inevitable contratiempo, sino que se desaprovechará otra oportunidad excepcional para recuperar el espacio perdido. El despegue de Brasil como gran potencia en tan sólo una década y la recuperación y el afianzamiento de Chile, Uruguay y Paraguay en lo propio, creará, además, una inconveniente brecha regional. Esta podría agudizar nuestro camino hacia la insignificancia emprendido hace tiempo.

Los países competidores de la Argentina de parabienes, pues un oferente menos mejora sus posibilidades. La profundización del conflicto resulta un enorme contrasentido en una instancia donde, por ejemplo, más de doscientas mil almas se incorporan diariamente al universo alimentario ecuménico y donde la desnutrición congrega mil quinientos millones de personas cuya condición conmueve a gobiernos y entidades supranacionales.

La Argentina está en condiciones de ratificar su rol de actor importante en un mercado internacional donde ha demostrado capacidad de producir, de innovar y de pegar saltos cuantitativos y cualitativos, no sólo con materias primas industrializadas o no, sino también proveyendo implementos agrícolas y tecnologías con densidad y variedad suficiente para satisfacer los requerimientos de los diferentes mercados.

Hay quienes suponen que la afirmación está dirigida a favorecer intereses cuya existencia yace en proclamas anticuadas y no en las realidades de las estadísticas contemporáneas. Recuérdese que más del 70% de los productores son titulares de menos de 100 Ha.; el 60% de la producción se obtiene de campos alquilados; los contratistas de cosechas rondan el número de 10.000. Es cierto que unas sesenta y cinco empresas de campo siembran 2.400.000 ha., pero no es menos que sólo representan el 8% del total y que ello modifica el panorama. En cinco provincias de la región pampeana el 35% de la tierra es alquilada, pero la concentración es de capital y no de trabajo (Barsky).

Ahora bien, en la medida que la tarea rural no se asocie a la noción de empresa, los razonamientos se desvían de la realidad, precisamente porque en las últimas décadas todo cambió. Los pool de siembra, por ejemplo, confirman una nueva manera de producir como lo fueron antiguamente las sociedades de capital e industria, donde cada quien ponía lo suyo. Ahora se juntan propietarios, productores, contratistas, profesionales, tecnólogos y quienquiera contribuya a magnificar el rédito y a distribuirlo según lo convenido. Sin esta solución empresaria resultaría absolutamente quimérico aumentar la productividad y hasta poblar ciudades casi desmanteladas. Por ejemplo, la planificación agropecuaria reclama definir combinaciones de cultivos de acuerdo a exigencias agronómicas y aún económicas que contemplen el curso de los mercados, la dotación de recursos reales y financieros como suelo, mano de obra, tecnología y capital, además de expectativas financieras para compra de maquinaria, servicios y eventualmente el aporte de contratistas. Si se decidiera adoptar el método de siembra de directa, por ejemplo, que demanda elaborados criterios profesionales y técnicos, insumos y técnicas de rotación de cultivos, un enfoque empresario sería irreemplazable pues se busca el aumento de los contenidos de agua en el suelo y de almacenamiento de carbono que favorece los rendimientos, además de la disminución de la temperatura del suelo.

Muchas empresas han adherido al régimen de agricultura sustentable. Téngase presente que resultaría difícil sino imposible ajustarse a protocolos de mejores prácticas agrícolas sino se adoptara una organización empresaria susceptible de concretar las exigencias anejas como cuidadoso manejo de los suelos, prácticas conservacionistas, siembra directa y reposición de nutrientes, administración del agua y combate de plagas, prevención de la erosión, selección de semillas y adecuada rotación de cultivos. El monitoreo de áreas implantadas mediante imágenes satelitales y el uso de procedimientos informáticos completa un escenario. Así se va enriqueciendo el paisaje productivo junto con la agricultura de precisión y la trazabilidad en aumento por exigencias de los mercados de destino

De lo expresado se deduce que agro-industria-ciencia configuran una trilogía inseparable que desmiente versiones demonizadoras. Todos los sectores concurren armoniosamente a la obtención de resultados superadores de las convencionales divisiones sectoriales que subestiman el producto final y la cadena de valor. La desacreditación de la soja es un exponente, aunque muchas de las observaciones que se le oponen pueden estar fundadas, como es en el caso del desgaste del recurso natural que la produce. Entonces, corresponde a la política económica preservar la salud del factor sin buscar suprimir un fruto que ha cambiado los números fiscales y externos.

Como ya he señalado, el universo agro industrial ha ganado significación. Representa la quinta parte de la actividad económica argentina, mas de la mitad de las exportaciones, demanda un tercio del empleo total, muestra un balance cambiario ampliamente superavitario, aporta el 40% de las recaudaciones totales y retiene o magnifica empleos. Su derrumbe profundizaría las inocultables dificultades actuales por eso un entendimiento es indispensable. Si las prevenciones a veces arbitrarias ganaran espacio, un entramado que congrega a 41 sectores experimentaría un irrefutable daño.

Ya está todo listo para la segunda edición de Expopesca, la muestra que agrupa a toda la cadena del sector pesquero, que abrirá sus puertas este miércoles 23 a las 11 hasta el sábado 26 de septiembre en el Centro de Exposiciones de Mar del Plata (Av. Juan B. Justo 5665). Los visitantes tendrán la posibilidad de conocer cada eslabón de los diferentes rubros del sector, hacer negocios y asistir a un completo ciclo de conferencias.

Expopesca contará con un sector principal conformado por stands comerciales e institucionales, Pesca Artesanal y Acuicultura. Habrá rondas de negocios, conferencias internacionales, un área de exposición dinámica, área de gastronomía, donde se llevará a cabo el concurso "Manú del día", un espacio para la comunidad anfitriona de Mar del Plata, más todos los complementos necesarios para hacer de ésta una acabada muestra del potencial y la capacidad de este sector industrial.

Rondas de Negocios

En el aspecto comercial, la fundación Exportar en su rol de agencia de promoción de exportaciones, coordinará la "Segunda Ronda Internacional de Compradores de la Industria Pesquera, Alimentos a Base de Pescado y Derivados".

La ronda de compradores se realizará entre empresas argentinas vinculadas a pesca, procesamiento y frío, interviniendo gerentes de compras de importantes supermercados, distribuidores, mayoristas y/o importadores.

Los encuentros tendrán una duración máxima de treinta minutos cada uno, aunque podrán extenderse si así lo decide el comprador extranjero, según establecieron los organizadores en las reglas básicas.

Las firmas que comprometieron su presencia son: Korea Tsukuji Korea CO. LTD (Corea), Finetec Cold Storage Corporation (Corea), Aquabarna S.L (España), Jerónimo Martins S.A. (Brasil/Portugal), SC Foods CO LTD (Japón) y Fasonhog (Ghana).


Conferencias

Respecto a las conferencias, tendrán lugar entre el miércoles 23 y sábado 26 de septiembre, desde la 10. La grilla estará divida por bloques temáticos dedicados tanto a la pesca de captura como a la acuicultura con variados enfoques.

Diferentes especialistas abordarán los siguientes temas: tecnologías aplicadas al control de la pesca, herramientas de financiación, proyecto del mercado concentrador de Mar del Plata y los compromisos del sector en los foros internacionales.

También habrá lugar para tratar la situación de los mercados internacionales, la aplicación del reglamento sobre pesca ilegal y el desafío de la trazabilidad en el marco del inminente nuevo reglamento de la Comunidad Económica Europea.

En cuanto a la industria ligada a la cría de peces, se tratarán los desafíos para el desarrollo en la Argentina, Venezuela y Brasil, incluyendo la presentación formal de la Asociación Argentina de Acuicultura. Además, se realizará un repaso por las experiencias productivas regionales en el país con especies de aguas templadas/frías, templadas/cálidas y maricultura.

Todas estas actividades se sumarán a la tradicional exposición de stands comerciales e institucionales y a las actividades gastronómicas, que en esta oportunidad sumará un concurso de cocina y la preparación de platos con grandes chefs.


Acuicultura

Al igual que en su primera edición, Expopesca, con el apoyo del Consejo Federal de Inversiones (CFI), será un ámbito de crecimiento para la acuicultura en nuestro país, que posee grandes ventajas para el desarrollo del sector. En este sentido, el CFI viene concretando una serie de acciones en forma coordinada con las provincias, el sector privado y la Dirección de Acuicultura de la Nación, orientadas a lograr un desarrollo sustentable de la acuicultura argentina. La acuicultura, a nivel internacional, ha crecido en forma sostenida durante las últimas cuatro décadas, llegando a representar alrededor de la mitad del pescado consumido por la población mundial. Asimismo, la acuicultura, es el sector de la producción de alimentos de origen animal con más rápido crecimiento. En 2006, también según FAO, el aporte de la acuicultura fue 51,7 millones de toneladas de pescado (que representan el 47 % del total consumido). Este fabuloso crecimiento se explica en parte por la crisis de recursos pesqueros en los principales caladeros del mundo.



Datos útiles para Expopesca 2009

La muestra se relizará entre los días miércoles 23 y sábado 26 de septiembre.

* Lugar: Centro de Exposiciones de Mar del Plata, sito en Av. Juan B. Justo 5665.
* Horario de la exposición 11 a 19.
* El ciclo de conferencias se realiza los días miércoles, jueves y viernes desde las 10 hs.
* Valor de la entreda general: $ 20.-
* Prensa: Los periodistas deberán preacreditarse inscribiéndose en www.expopesca.com.ar y podrán retirar su credencial en el ingreso a la muestra. Deberán presentar la documentación oficial (credencial o carta membretada) que acredite la pertenencia al medio periodístico.
* Estudiantes de rubros afines a la cadena pesquera y Estudiantes Gastronómicos: Podrán preacreditarse para ingresar sin cargo a la exposición. Se deberá certificar dicha condición en la entrada, al momento de retirar la credencial.
* Visitantes Extranjeros: Ingreso gratuito con preacreditación previa.
* Jubilados, exhibiendo su libreta: Ingreso gratuito.
* Menores de 12 años: ingreso gratuito, acompañados por un mayor.

Podríamos ubicar cronológicamente este editorial entre dos fechas de profunda significación: el 12 de Setiembre, fecha del fallecimiento del Dr. Norman Burlaug, y el 16 de Octubre, el Día Mundial de la Alimentación.

Burlaug, un ingeniero forestal nacido en Estados Unidos en 1914, y radicado en México, en 1944, llegó a ser premio Nobel de la Paz en 1970. Su mérito no fue menor. Se considera que salvó más de 1000 millones de vidas gracias a que sus contribuciones aumentaron enormemente la productividad de alimentos consiguiendo evitar una hambruna mundial durante la segunda mitad del siglo XX.

El 16 de octubre de cada año, se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Su finalidad es concientizar a los gobiernos y pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945.

Paradójicamente el informe anual de la agencia de las Naciones Unidas dedicada a la asistencia alimentaria (Programa Mundial de Alimentos (PMA), señala que la ayuda mundial en alimentos está en su nivel más bajo en 20 años, a pesar que la cantidad de personas en estado crítico está aumentando hacia su punto más alto de la historia. "Este año tenemos más personas hambrientas que nunca", señaló Josette Sheeran, la directora del PMA, quien hizo hincapié en que "muchas personas se despiertan y no cuentan ni con una taza de comida".

A juicio de la responsable del organismo humanitario de la ONU, esa situación constituye una "receta para el desastre" y resulta "crítica para la paz, seguridad y estabilidad en muchos lugares del mundo".

Singularmente son las mismas circunstancias que inspiraran a Burlaug a llevar a cabo su tarea, con el agregado de otra coincidencia: la PMA estima que el número de personas con hambre, superará este año los 1000 millones por primera vez en la historia, que es la misma cantidad de seres humanos que se presume que Burlaug evitara que murieran por hambruna.

Independientemente de la brutal realidad que se presenta con respecto a las “hambres extremas”, existe, en estado latente, un amasijo de posibles “hambres ocultas” que los líderes mundiales deberán considerar seriamente; se estima que hacia el año 2020 será imprescindible duplicar la producción agroalimentaria mundial para poder satisfacer la demanda de proteínas.

Hemos aprendido últimamente, que aquellos procesos universales que comprometerían la tranquilidad mundial han dejado de ser patrimonio exclusivo de nuestras progenies y, se nos abalanzaron de golpe invadiendo nuestra realidad cronológica, estamos hablando de aquí a una década como plazo para producir el doble de una cantidad alimentos que, en la actualidad ya no alcanza para dar conformidad a todas las necesidades.

Podríamos decir entonces que el legado de Burlaug tiene una vigencia absoluta y que su desafío lo ha sobrevivido impertinentemente, él ha abierto las puertas hacia caminos que hoy tenemos la certeza deberemos transitar para lograr los saltos tecnológicos que nos permitan estar a la altura de las circunstancias a la hora de multiplicar los panes.

Argentina había logrado triplicar su producción en tres décadas, sin aumentar su superficie cultivable, fue el país que el mundo esperaba para comprar sus alimentos, desde el principio de siglo sólo fueron años de records de rindes y producción, crecimos cuantitativa y cualitativamente, asombrando a propios y extraños, todo se perfilaba para alcanzar la orgullosa marca nacional de 200 millones de toneladas, nadie podía dudar que Argentina estaba en el camino futuro de alimentar a 400 millones de personas.

De repente todo el escenario se transforma, todo cae y se desmorona, la realidad pone en ridículo la tecnología que supimos construir y después de 120 años caemos a la producción triguera de nuestros abuelos y sus arados, perdemos nuestros rodeos faenando vientre útiles, nos frustramos como nación y asombramos al mundo que no alcanza a comprender el derrotero absurdo de ese país que todo lo tiene pero nada logra, nuestros vecinos de la región ocupan nuestros espacios, cautivan nuestros mercados y contemplan incrédulos nuestra incapacidad de imitar a quienes inspiramos durante tanto tiempo.

Políticas de Estado marcan las diferencias entre ellos y nosotros, su ausencia o, lo que es peor, la implementación de políticas tendenciosamente negativas hacia la producción agropecuaria, han hecho que nuestro país viera diluirse sus posibilidades de aprovechar un contexto de alta demanda mundial, con precios favorables y rindes históricos extraordinarios, el daño infligido al sector, al interior del país y a la Nación en su conjunto, ha sido y seguirá siendo oportunamente demandado, pero justo es que los titulares de estas responsabilidades entiendan, que por lo anteriormente manifestado, habrá un mundo, una comunidad internacional entera que demandará también, en un futuro próximo por tanta falta de responsabilidad.

La alimentación ha sido una cuestión estratégica para los Estados, (CON LA COMIDA NO SE JODE) y este valor se acentúa exponencialmente al vaivén de múltiples factores, desde el crecimiento poblacional hasta el cambio climático, y en un mundo que por su globalización, a problemáticas globalizadas demanda soluciones globalizadas, se harán pagar políticamente muy caro las irresponsabilidades que atenten contra el desarrollo en armonía de los pueblos, nadie, en estas reglas de juego, puede negar caprichosamente a otros lo que podría sobrarle, en correcto uso de su inteligencia y en una economía mundial de alimentos, como la que estamos viviendo es indispensable asegurar


BUENAS COSECHAS PARA TODOS!!!

Por: Jorgelina do Rosari



El país carioca integra el top ten de las economías del mundo y ya salió de la recesión. Las claves del éxito y por qué se aparta cada vez más de la rezagada Argentina. El papel de las empresas brasileñas en el país.



Tan cerca, y a la vez, tan lejos. Aunque se encuentran en la misma región y comparten la gran pasión por el fútbol, Argentina y Brasil no corren con la misma suerte. En materia macroeconómica y financiera, las diferencias entre los dos países más grandes del Mercosur son cada vez más notorias. Ubicado entre las diez economías más grandes del globo, Brasil se consolida como agroexportador y despunta como potencia. ¿Cómo se explica la expansión brasileña? Y en este contexto, ¿qué camino toma la Argentina?

Si bien 30 años atrás compartían el mismo PBI, hoy día el producto bruto interno del país carioca es cuatro veces superior al argentino: en 2008 fue de u$s 1,5 billones. Después de China, Brasil es el segundo país del mundo emergente que recibe más inversión extranjera directa (IED). En los primeros cinco meses del año ya alcanzó los u$s 11.234 millones. Mientras que en la Argentina se busca un cambio competitivo para invadir el mundo con productos nacionales, la moneda brasileña se aprecia y encarece frente al dólar. En lo que va del año ya se valorizó un 24%, al pasar de R2,50 por dólar a R1,82. Y a estas características se les suma un dato no menor. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, la actividad económica se expandió en 2009 un 1,9% entre abril y junio, en comparación con el primer trimestre del año. Este mes, Brasil salió oficialmente de la recesión.

Y las malas noticias siguen arribando al país más austral del planeta. Según datos de la consultora Abeceb.com, en el comercio bilateral la Argentina acumuló un déficit de u$s 278 millones en los ocho meses de 2009. De enero a agosto, las exportaciones a Brasil alcanzaron los u$s 6385 millones, un 19,4% inferior a las del mismo período de 2008. Esta caída se explica por las menores ventas de cereales, combustibles, vehículos automotores y en menor grado, por plásticos y productos químicos. También en agosto la Argentina perdió el tercer lugar como proveedor de Brasil, detrás de los Estados Unidos, China y Alemania. “Estructuralmente, estamos perdiendo saldo positivo en aquellos sectores donde la Argentina tenía superávit, como es el caso de los productos primarios”, señala Dante Sica, director de Abeceb.com. Y sentencia: “No va a ser fácil revertir esta relación deficitaria con Brasil en el corto plazo”.

“La fuente del crecimiento de Brasil está en la expansión del consumo y el salario real, pero tiene problemas por una contracción de la balanza comercial y por un creciente gasto fiscal, que se encuentra en 18% del PBI”, asegura Diana Tussie, directora del Área de Relaciones Internacionales de la FLACSO. En términos económicos, la tasa de crecimiento de la Argentina fue más alta que la de Brasil de 2003 a 2008. “En 2009 se estima que los dos crecerán en un 2%”, anticipa Tussie, quien destaca que la diferencia de tamaño entre Brasil y Argentina es como “comparar una ballena con un salmón”.

Más allá de que el recuerdo de la Argentina como granero del mundo no resulta tan lejano, Brasil ya se convirtió en el primer productor y exportador de carne y soja del globo. Además, son terceros en producción y exportación de cerdos. “Hasta 2000, casi el 60% de las exportaciones brasileñas correspondían a la estructura industrial, y el resto concernía a los commodities. Esto ahora se dio vuelta: 56% de sus exportaciones son commodities, como el mineral de hierro, la soja y la carne”, asegura Jorge Castro, director del Instituto de Planeamiento Estratégico (IPE). En los 20 años previos a 2000, la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía brasileña era del 2,5% anual. La apertura generalizada de la economía y un ingreso masivo de capitales permitieron que hoy esa tasa se ubique en un 5%.

A su vez, Brasil sale beneficiado en el intercambio interindustrial entre ambos países por tener una oferta de productos diversificados en materia industrial, como automóviles, maquinaria agrícola, insumos, celulares y línea blanca. “Nos hizo más deficitarios donde ya éramos deficitarios y donde éramos superavitarios hoy Brasil prevalece, por la caída de la exportación del trigo y los combustibles”, agrega el presidente de Abeceb.com. Para Castro, el crecimiento de Brasil coincide con el incremento de la economía mundial en los últimos seis años, que ha sido causa “en un 70% de los países emergentes, entre los que se encuentra Brasil”. Como integrante del BRIC, Brasil es junto a Rusia, India y China uno de los países emergentes más atractivos del mundo para recibir inversiones.

Sin embargo, este posicionamiento como actor global no se podría explicar sin una política estratégica de largo plazo. Según Raúl Ochoa, especialista en relaciones comerciales internacionales y docente de la Fundación Standard Bank, varios de los sectores por los que hoy se destaca Brasil son cuestiones que la Argentina desarrolló y luego abandonó. “La Argentina tenía el Programa Alconafta y Brasil comenzó con un programa similar en la década del 70. Mientras que 10 años después nuestro país lo abandonó por problemas fiscales, Brasil es el segundo productor del mundo en biocombustibles y líder mundial en las usinas que refinan el etanol”, ejemplifica Ochoa. Y continúa: “En los ‘80, YPF era más desarrollada que Petrobras. Ahora, Brasil es noticia por la explotación de petróleo off shore”.

La invasión verdeamarela

Otra de las cuestiones que marca la frontera entre ambas naciones es el desarrollo del mercado de capitales. En abril de 2008, Brasil obtuvo el investment grade, una calificación de la agencia Standard & Poor"s que establece que en dicho país no hay obstáculos para las inversiones. Bovespa, la Bolsa de Valores de San Pablo, es considerada como la octava bolsa del mundo por volumen. “Argentina hizo un proceso inverso: tiene muy poco o nada de mercado de capitales y posibilidad de lanzamiento de acciones y obligaciones a mediano o largo plazo”, considera Ochoa. Y este crecimiento del mercado de capitales explica el hecho de que muchas empresas líderes argentinas pasaron a manos de empresas trasnacionales de diverso origen, y en los últimos años, fundamentalmente brasileñas.

Mientras que en 2002 Brasil superaba exitosamente las turbulencias de la crisis argentina, buscaba oportunidades para invertir en el exterior. Y no sólo las buscaba, sino que las concretaba. Actualmente, el stock de inversión extranjera directa de empresas brasileñas en el exterior supera los u$s 120.000 millones, con la Argentina como cuarto destino más importante. Según datos de Abeceb.com, sobre un padrón de 160 empresas brasileñas o con capitales brasileños localizadas en Argentina, 107 invirtieron o anunciaron inversiones de aproximadamente u$s 8.265 millones en el período 2002-2008. “Como nuestro país es barato en dólares y Brasil se encareció en esa moneda, los activos argentinos no son tan costosos para ellos”, evalúa María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos.

La presencia de capitales brasileños en empresas argentinas ya se hizo sentir en sectores como la carne, los combustibles, bebida, cemento, textiles e incluso la siderurgia. Por u$s 1025 millones, el grupo Camargo Correa le compró Loma Negra a Amalia Fortabat en 2005, una empresa que factura u$s 603,3 millones anuales. De esta manera, el grupo se posicionó como el tercer productor regional de cemento, con el 15% del mercado consolidado. Entre 2006 y 2007, desembolsó u$s 821,3 millones, que se sumarán a los u$s 310,5 millones planeados entre 2008 y 2012 para todas las empresas: Loma Negra, Lomax, Recycomb y Ferrosur.

En abril de 2006, AmBev -la pata brasileña del coloso cervecero belga InBev- terminó de comprar el paquete mayoritario de la cervecería y maltería Quilmes, al adquirir el 34,5% de las acciones por u$s 1200 millones. Como mayor exportador de carne del globo, uno de los movimientos más fuertes en este mercado fue cuando Marfrig (segundo procesador de carne vacuna en Brasil y cuarto en el mundo) se quedó con el 70% de Quickfood por u$s 140 millones en 2007. Este movimiento es aún mayor si se considera que Quickfood tiene 60% de share en hamburguesas y 15% en salchichas. En tan solo dos años, cinco frigoríficos exportadores de carne vacuna pasaron a ser controlados por los brasileños: Swift, Finexcor, CEPA, Friar y AB&P en manos de los grupos Fribol y Marfrig. La venta de Swift demostró una gran mejora en la performance de la empresa, pues pasó de una capacidad de faena de 2000 a 5500 cabezas diarias. Actualmente, Brasil maneja el 40% del mercado global de carne.

A través de Sao Paulo Alpargatas, Camargo Correa compró en 2007 el 60% de la emblemática Alpargatas, tras ofertar u$s 51,7 millones a los fondos que controlaba la textil, y u$s 33 millones a los accionistas minoritarios. Camargo también controla la marca deportiva Topper. Ese mismo año, el grupo brasileño Votorantim se quedó con el 27% de las acciones de la compañía argentina Aceros Bragado, la segunda mayor productora de aceros largos del país, que factura unos u$s 150 millones aproximados por año.

Más allá de las ideologías

La estabilidad de las políticas públicas brasileñas ya es casi tan conocida como sus virtudes futbolísticas. El país que será sede del mundial de fútbol en 2014 no sólo se aleja cada vez más de la Argentina en términos económicos, sino también políticos. Y es esta consistencia la fuente principal del auge de la economía brasileña. “Como el peor sindicalista de nuestro país, Lula (Da Silva) era el político más peligroso que podía asumir la presidencia en Brasil. Pero generó una gran sorpresa en la población cuando mantuvo los lineamientos estratégicos básicos de largo plazo del gobierno anterior, y en especial los macroeconómicos. Mantuvo y redobló la interacción con el mundo”, opina Castiglioni. Para la economista, este factor disminuye el grado de incertidumbre político. Según Tussie, la “estabilidad con distribución y el posicionamiento de Brasil como interlocutor internacional” es la línea estratégica central del gobierno de Lula.

Sin embargo, para el director del Instituto de Planeamiento Estratégico, este proceso de reformas se explica, incluso, más allá de la administración de Fernando Henrique Cardoso. “Atrás de todo esto está presente el proceso de reformas comenzado por el gobierno de Itamar Franco. Que Lula apoyara los lineamientos económicos antes de las elecciones de 2002 es el claro ejemplo de cómo la política financiera brasileña excede a los gobiernos”, dice Castro. Por su parte, la Argentina tiene un historial de cambiar su modelo con cada gobierno y carece de seguridad jurídica.

El futuro brasileño parecería ser más que promisorio. Con una expansión sostenida, el traje de potencia regional ya le queda chico, y su injerencia en la economía mundial lo ha posicionado como uno de sus actores más importantes. A la sombra de Brasil en América latina, la Argentina tendrá que resolver en los próximos años la manera en que le sacará provecho al crecimiento de su vecino. “Nuestro país debe definir su proyección a futuro. Si no logra esta visión estratégica, la Argentina no podrá aprovechar la buena senda que está tomando la economía de Brasil”, concluye Sica. z we

Por: IDESA (Instituto para el desarrollo social argentino) Informe Nacional Gasto Público

El fuerte incremento del gasto público se sostiene gracias a que nunca los argentinos han pagado tantos impuestos como en la actualidad. Sin embargo, la distribución del ingreso no mejora y la pobreza crece. Este fracaso social se explica, fundamentalmente, por la masiva fuga de recursos fiscales hacia finalidades muy regresivas. El mejor testimonio son los subsidios a empresas públicas y privadas. El fenómeno está asociado a que la mayor parte del aumento de la recaudación fue apropiado por la Nación, cuando las funciones sociales más estratégicas son responsabilidad de las provincias y los municipios.

A diferencia de lo que ocurre con el INDEC, donde se ha dejado de difundir información muy importante, el Ministerio de Economía mantiene la rutina de estimar y publicar la evolución del gasto público consolidado (Nación, provincias y municipios). Si bien el último dato disponible está relativamente desactualizado, ya que corresponde al año 2007, la información igual sigue siendo útil porque muestra la evolución del gasto público a lo largo del tiempo, según tipo de erogación y jurisdicción que lo ejecuta. Entre otros tipos de análisis, esta información permite cuantificar qué parte de la riqueza generada es absorbida por el sector público y cuáles son las prioridades que prevalecen en su asignación.

Según esta fuente oficial, entre los años 2000 y 2007 el gasto público consolidado, neto de pago de deuda, creció en términos reales aproximadamente un 40%. Las principales finalidades hacia las que se canalizó este aumento del gasto público fueron:

• El 35% a aumentar el gasto en servicios económicos, básicamente subsidios a empresas públicas y privadas de los cuales el 82% fue ejecutado por la Nación.

• Un 15% fue aumento del gasto previsional, básicamente las moratorias para personas sin aportes de los cuales el 83% lo ejecutó la Nación.

• El 50% restante de aumento fue al resto de los gastos sociales (educación, salud, vivienda, asistencia social) y gastos de funcionamiento del Estado de los cuales sólo el 27% fueron ejecutados por la Nación.

Las estadísticas ponen en evidencia que una creciente proporción del ingreso es apropiado por el sector público y que se ha producido un brusco cambio de prioridades. La mitad del aumento del gasto público se dirige a servicios económicos y gasto previsional. Esta orientación se ha acentuado en los últimos meses. Por caso, en el 2008 los subsidios a empresas públicas y privadas casi duplican el nivel del 2007 y en los primeros 6 meses del 2009 ya son un 24% superior a igual periodo del año anterior. Las moratorias previsionales en el 2007 habían generado 1,4 millones de jubilaciones, mientras que en el 2009 superan los 2 millones.

Aunque se trata de erogaciones de naturaleza muy distinta, tienen dos elementos comunes.

El primero es que son gastos administrados mayoritariamente por la jurisdicción nacional. El segundo es que no mejoran la distribución del ingreso, ni mucho menos contribuyen a aliviar la pobreza. Gran parte de los subsidios a empresas terminan siendo asignados a sostener burocracia y corrupción, y en el caso que impliquen reducciones de precios para los consumidores son los segmentos medios y altos lo que se apropian de la mayor parte del beneficio (por ejemplo, los pobres no viajan en Aerolíneas, ni cuentan con servicios de gas en red). En el mismo sentido, la distribución indiscriminada de jubilaciones fue, en una elevada proporción, en beneficio de los segmentos medios y altos.

Esta orientación del gasto público está íntimamente asociada a la concentración de fondos públicos en el gobierno nacional. Entre el 2000 y el 2008, la presión impositiva nacional y provincial creció desde el 21,5% al 30,8% del PBI. Más del 90% de los recursos adicionales fueron apropiados por el nivel nacional. Bajo estos parámetros de distribución, en la relativa abundancia de recursos la jurisdicción nacional dispone de financiamiento para sostener estas intervenciones altamente regresivas, mientras que las provincias y municipios no reciben los recursos incrementales del aumento en la presión tributaria pero son los responsables de administrar las finalidades sociales más estratégicas, como educación, salud, vivienda, asistencia social, entre los más importantes.

Está demostrado que el principal factor que explica que los países desarrollados tengan una distribución del ingreso más equilibrada es la orientación del gasto público. Especialmente en Europa, el sector público asigna recursos con la clara prioridad de beneficiar a las familias de más bajos ingresos. La Argentina de los últimos años es el ejemplo inverso.

Una creciente presión tributaria se ha destinado a financiar intervenciones altamente regresivas. Bajo estas condiciones, no debería sorprender que, más allá de las manipulaciones de las estadísticas del INDEC, la pobreza alcance niveles masivos.

Y AHORA QUE HACEMOS? Por: Ing. Agr. Alberto Allasia alallasia@yahoo.com.ar

Hacemos más o menos ganadería, más o menos agricultura y dentro de esta más o menos de fina o de gruesa, esto simplemente como para iniciar una interminable ronda donde seguramente existirán muchas más preguntas que respuestas, pero lo importante frente a un tiempo que se agota, debemos ordenar prioritariamente al menos las preguntas según su relevancia.

Con respecto al cambio climático ya hicimos los comentarios a principios de año, señalando que "más vale prevenir que curar", y donde alertábamos que la sequía reinante podía de alguna manera venir para quedarse (Jornada “Sequía y Empresa – Nuevas maneras de ver la agricultura y la ganadería” Cámara Empresaria de Tandil 28/03/2009).

También comentábamos que "viejas" lagunas de la región conocidas por más de 25-30 años, y motivo de periódicas visitas por los entusiastas de la pesca, tímidamente comenzaban a señalar algunas de ellas la "cabeza" de los postes por donde tiempo atrás hubo un alambrado; incluso caminos, habiendo quedado por años sumergidos en el agua, diciéndonos a las claras que la zona no era ajena a periodos de un régimen pluviométrico mucho más bajo, y además que este había durado años.

También comentábamos que ese "quiebre" climático, con régimen pluviométrico anual mucho mas favorable sucedió alrededor del año 1980, año recordado por las inundaciones muy severas en el sudeste bonaerense, que costó incluso vidas humanas.

Llevamos transcurrido ya, más de medio año

Ahora bien, ha transcurrido más de medio año; las condiciones climáticas no han cambiado significativamente; los meses avanzan y llevamos ya casi 5 años de una caída significativa de las lluvias anuales, sobre todo en primavera-verano (en general).

Y nada descabellado seria pensar, un régimen más parecido a los anteriores al año 1980, con un régimen de lluvias alrededor de los 700-800 mm anuales, que los felices 1200 y hasta los 1500 mm. anuales que supimos alcanzar entre el año 1980 y el 2004.


O acá no pasó nada?

Basta mirar la región e imaginarla hace 10 años atrás, donde teníamos las lagunas hasta el "pico", los vehículos con doble tracción eran una necesidad muy bien justificada, las botas de goma imprescindibles, caminos deteriorados por dificultades de mantenimiento, conflicto de productores "aguas abajo" en zona onduladas por las canalizaciones indiscriminadas o bien a unos pocos metros de profundidad tener agua suficiente para nuestros molinos, entre otros. Hoy recorremos los campos con goma lisa, cruzando por los bajos.

Entonces vale preguntarnos cuánto nos tendría que llover, para cambiar radicalmente la situación reinante; cada uno de nosotros podemos imaginarlo, y seguramente las lluvias que estemos pensando son tan cuantiosas, que su sola pregunta las hace casi imposibles en el corto tiempo, con relación a nuestras decisiones y necesidades inmediatas.

Y sin reserva alguna de humedad en el suelo, ni tampoco en el ambiente, más que para el día a día, las pretensiones o ambiciones deben alinearse frente a esta crítica, severa y aguda realidad.

Y cuidado con los auto engaños

Tenemos una amplia región del sudeste bonaerense que fue favorecido por recientes lluvias, que si bien generan una saludable tranquilidad, lejos están de eliminar la situación anterior angustiante, mas bien si darnos el tiempo necesario para reflexionar en todo lo referente al mejor uso y gestión del agua.

Incluso preocuparnos y ocuparnos, por toda esa masa de agua que se acumulo en los potreros sin infiltrar, o bien ver alejarse por cunetas y arroyos cantidades enormes de agua, que se pierden al continuar su destino al mar, agua que hace muy poco reclamábamos y hoy la perdemos.

Y ahora qué hacemos
En agricultura

Sin lugar a dudas el tiempo transcurre; las recientes campañas agrícolas sin los resultados esperados provocan una menor capacidad de riesgo hacia el futuro, la información se acumula, las discusiones acallan, y el temor más la incertidumbre se acrecientan en la medida que, inexorablemente, debemos asumir decisiones y actuar en un escenario cada vez más acotado.

Entonces está bien justificada la pregunta, de si serian los cultivos agrícolas de verano a los cuales deberíamos inclinarnos, cuyos requerimientos de agua son muy altos.

Por ejemplo el cultivo de maíz tiene un requerimiento de 1000 mm. en todo su ciclo, y los mayores requerimientos centrados en pleno verano.

Y si nos decidimos por cualquier otro cultivo de verano, también los requerimientos de agua son elevados, por ello debemos recapacitar sobre el potencial de nuestros recursos, fundamentalmente en la aptitud de nuestro suelo, en cuanto a su fertilidad y capacidad de almacenamiento de humedad, para sobrellevar el cultivo satisfactoriamente.

A su vez dentro de los cultivos de verano, los de raíz pivotante tienen cierta ventaja comparativa por permitirle explorar horizontes del suelo a mayor profundidad, como también lo tienen aquellos cultivos cuya floración es más temprana, demandando más agua hacia la primavera, y no en pleno rigor del verano.

Además la elección entre los cultivos de verano o invierno, donde también existe una marcada diferencia de riesgos a asumir, en cuanto a su compromiso con los requerimientos hídricos.

Los cultivos de invierno se implantan en un momento donde siempre tenemos la humedad necesaria para su germinación y emergencia, como así también son bajos sus requerimientos durante el periodo vegetativo, hasta la llegada de la primavera donde inician paulatinamente un incremento cada vez mayor de agua hasta ser prácticamente decisivo su rinde de grano, según el abastecimiento de agua en los meses de octubre a diciembre en tiempo y forma.

Por otro lado los cultivos de invierno son favorecidos por una pérdida de humedad ambiental menor al periodo estival.

Entonces y resumiendo, en agricultura, debemos decidir sobre dos grandes y principales tipos de cultivos posibles, como así también la magnitud de la superficie a sembrar para cada uno de ellos.

Y en ganadería


Y si nos referimos a la ganadería; reconocer que cuando decae la cantidad de agua anual también lo hace la producción de forraje, que se inicia con una menor oferta de pasto en primavera; y al llegar el invierno estalla la crisis forrajera, creando como actualmente sucede innumerables inconvenientes.

Por ello pretender mantener la carga histórica, se nos convierte en una meta muy compleja.

Entonces por dónde buscamos la salida? una alternativa es ajustar la carga respetando esta nueva oferta forrajera; como así también la composición de las categorías en nuestro rodeo.

En la búsqueda de más pasto, reconocer que los recursos forrajeros en base a cultivos anuales, implican un laboreo, barbecho, siembra, emergencia, todo con un costo hídrico por pérdida de humedad; en síntesis buscamos a partir de una semilla, alcanzar un frondoso cultivo.

En el caso de las praderas perennes, en los periodos rigurosos y con severas limitaciones, el simple hecho de su permanente presencia, le otorga al suelo una mayor eficiencia en el aprovechamiento de los escasos recursos pluviales y por ello superan a los cultivos anuales.

Además la permanente cobertura del suelo en la pradera perenne, ayuda a minimizar las pérdidas de humedad que para el balance hídrico es fundamental, ya que los ingresos por lluvias son nuestro problema en tiempos de sequía.

El valor de la sanidad y el confort animal, como muy bien nos señala el Dr. Jorge Villalba en sus charlas, alcanza su máxima plenitud en los momentos de escasez de forraje, y el poco pasto disponible para el ganado debe poder convertirlo eficientemente, sin el costo de sobrellevar parásitos externos o internos, desequilibrio de minerales, o enfermedades que pueden y deben prevenirse.

En síntesis un cuidadoso plan sanitario preventivo, más una atención cotidiana y permanente, para transformar su gasto en una muy buena inversión.



De lo general a lo particular

Sin lugar a dudas el tema abordado es muy general, pero ello es inevitable y elemental, pues debemos elegir acertadamente las grandes decisiones, y luego avanzar en los detalles pues ello nos puede evitar que “se nos escapen las tortugas".

Y en esa búsqueda de ubicar el camino a transitar, surgirá indudablemente la necesidad de un intercambio fecundo y generoso de ideas, más un dilatado diálogo entre el productor y su asesor técnico, así todos juntos y comprometidos en acotar el margen de maniobra que cada establecimiento en particular requiere, y que es imposible de generalizar. Como en todo sistema de alta complejidad, cada Establecimiento es un mundo.

Por: Marta Velarde

Hay momentos en la historia en que se generan procesos que las dirigencias no perciben, y por eso cometen errores graves. El llamado conflicto con el campo es el resultado de ignorar las enormes transformaciones científicas, tecnológicas, económicas y sociales del agro y de las economías regionales, que es el interior del país.
La Argentina ha vuelto a tener, desde hace seis años, una oportunidad en los mercados para colocar su producción agroindustrial a precios razonables. El desarrollo de los grandes países asiáticos, como China y la India, ha llevado a centenares de millones de personas a superar el hambre, a comer todos los días.

Condiciones
Nuestro país tiene todas las condiciones para ser un gran proveedor de alimentos y un deber moral para colaborar con el fin del hambre en el mundo. Eso nos dará no sólo satisfacciones, en cuanto al cumplimiento de ese deber, sino también la posibilidad de lograr una etapa prolongada de crecimiento.
Los errores del Gobierno provocan, sin embargo, que tengamos hambre en nuestro propio territorio por primera vez en la historia.
Cuando estábamos alcanzando los cien millones de toneladas de producción agrícola, manteniendo los planteles ganaderos a pesar de la superficie menor destinada a la industria más antigua del país, en vez de promover políticas para lograr en pocos años 150 millones de toneladas, expandir los rodeos vacunos, generar valor agregado industrializando granos, oleaginosas, carnes, alentar las economías regionales, ampliar las superficies irrigadas, el Gobierno prefirió castigar con saña a la producción.
En un país donde se promueven la expansión y el monopolio del juego, que tributa menos del 15% de sus ingresos al Tesoro nacional, los cereales y oleaginosas soportan retenciones que oscilan entre el 20 y el 35% de sus ventas.
Nunca entendió el Gobierno y su ineficiente burocracia que la expansión de estos años fue el fruto del trabajo y la incorporación masiva de ciencia y tecnología por parte de los productores, mientras las actividades que siempre vivieron de la prebenda y el subsidio cerraban sus negocios para dedicarse a la importación o vendían sus establecimientos.
El campo es la locomotora de un proceso de desarrollo sustentable que requiere gobiernos normales que respeten las instituciones, den seguridad jurídica y personal, y promuevan políticas que aseguren la competitividad y la modernización de la economía, recuperen el sector energético y un sistema de transporte eficiente y barato, que termine con el castigo para los productores que significa producir a más de seiscientos kilómetros de los grandes mercados internos y de los puertos.
La necesaria industrialización del país vendrá de la prosperidad del sector, que es demandante de una industria de herramientas y maquinaria de capitales nacionales, de fertilizantes y plaguicidas, vehículos de todo tipo y servicios complejos, que hoy dan trabajo a más de un millón de personas, más el basamento de la industria alimentaria que avance, incluso, a la comercialización de nuestros productos hasta las góndolas de los mercados externos.
La política para respetar la rentabilidad del campo consolida a una clase media rural emergente, verdadera "burguesía nacional", recuperando al interior, manteniendo a la población en sus ciudades y pueblos tradicionales.
Debemos resolver los problemas del conurbano, pero también evitar nuevos "conurbanos", con sus cordones de miseria y marginalidad. Un gran desafío para terminar con la pobreza, que ahora es estructural.
Recursos
La Argentina tuvo los recursos para producir más, si tenemos en cuenta que en dos años se han ido casi 50.000 millones de dólares, y que solamente en subsidios a sectores prebendarios y a las tarifas de servicios para los grupos de mayores ingresos se han gastado más de 68.000 millones.
Cuando se piensa en el día a día, cuando no se tienen ideas, cuando no se sabe ni se conoce el país productivo. Cuando se ignoran el mundo y sus reglas, y no se respetan las propias, se obtienen malos resultados. Si el único objetivo son los intereses personales del que gobierna y la acumulación del poder por el poder mismo, y se desprecia la producción y el trabajo, los resultados serán propios de la pequeñez de los que gobiernan.
Porque como decía Ortega y Gasset: "A la República sólo ha de salvarla pensar en grande, sacudirse de lo pequeño y proyectar hacia el porvenir".

Por: Ricardo Lopez Murphy

En las columnas anteriores hemos estado señalando que los debates sobre institucionalidad y las reglas de juego electoral prácticamente han dominado la escena, en particular, con la judicialización de las candidaturas truchas y la decisión abierta y expresa de mentir de algunos candidatos sobre sus verdaderos propósitos.

Lamentablemente, ninguno de esos temas, más allá de la gravedad que tiene la mentira institucional, permitieron dilucidar las perspectivas de la política pública a futuro.

Un tema decisivo al respecto es el régimen tributario. Esta es la forma principal de intervención de los gobiernos en todos los países del mundo. El impuesto es la expresión más determinante del monopolio de la fuerza y el carácter coercitivo de la gestión del gobierno. Por eso se llaman impuestos, y no voluntarios.

El régimen impositivo, como el nivel de gasto de un economía, determinan su competitividad global. No es posible para una sociedad ignorar que esos costos establecen los niveles de gasto privado y la posibilidad, efectiva y objetiva de esa economía, de acumular recursos y expandirse productivamente.

En particular, el régimen impositivo argentino tiene gravámenes de carácter extravagante. Esto quiere decir, impuestos que no se usan en el resto del mundo, y que afectan muy gravemente la capacidad competitiva, el empleo, la reinversión, y en particular, el atractivo de Argentina como un lugar donde realizar el potencial y las posibilidades de crecimiento economico.

Entre las distorsiones más severas, la más llamativa y la más desgraciada, es la sobre imposición al factor trabajo. En ese sentido, la Argentina con un alto régimen de informalidad, o casi la mitad de empleo privado en negro, tiene cargas tributarias sobre el factor trabajo de carácter desmesurado.

La explicación más clara del problema de informalidad en nuestro mercado productivo en cuanto a la forma de lidiar con altísimos niveles de imposición, ha sido una gradual informalización de la mano de obra. La peor respuesta porque genera un costo de improductividad en la economía, al trasladarse los factores productivos de las áreas donde pagan impuestos a las áreas donde no lo pagan.

El segundo gravamen disparatado, es el impuesto a las transacciones financieras. En el mundo se fomenta el uso de las transacciones bancarias por dos finalidades. La primera es luchar contra la evasión impositiva, y la segunda enfrentar el lavado de dinero. En la Argentina al contario, se desalienta el uso del sistema bancario. Este efecto deletéreo es de una magnitud excepcional, ya que el nivel de impuestos es prácticamente la mitad del IVA, no es un gravamen trivial, sino es una distorsión de características extremas.

El tercer impuesto exagerado que tiene nuestro país, al cual hay que prestarle singular atención, es el no ajuste por inflación del impuesto a las ganancias. Esto genera que la imposición no solo abarque a la ganancia, sino también a la amortización. Esa es la forma más grotesca de desalentar el nivel de inversión y la acumulación de capitales, y por supuesto al desalentar este, se frena el empleo y el proceso tecnológico. Este concepto es extraordinariamente importante porque al mismo tiempo fomenta el endeudamiento, cuanto más endeudada está una compañía, menos impuestos inflacionario paga.

En cuarto lugar, no se puede cobrar impuesto a la renta financiera sino se introduce el impuesto por inflación. Ahora bien, si este cambio se produce, la renta financiera es en los últimos años negativa. Por lo tanto, no habría tal renta financiera a cobrar si se hace esta corrección.

El quinto impuesto brutal que tiene nuestra economía, es el gravamen sobre nuestras exportaciones. Esto genera un enorme desaliento tanto a las localidades alejadas de los puertos y los lugares de comercialización, como a las actividades tecnológicamente más avanzadas, incentivado las formas más primitivas de producción. Ese impuesto a las exportaciones además crea un aliento artificial a actividades que usan como insumo los productos del sector agropecuario.

Sin embargo, hay un impuesto más grave que estos cinco que hemos mencionado, que es la prohibición de exportaciones. Es como su hubiera una retención del 100%, aplicada a el caso de la lechería, del trigo y las carnes. Esta distorsión se está pagando en términos de que prácticamente la producción de esos tres sectores clásicos de nuestras ventajas naturales, han mermado en relación a sus niveles históricos.

Estas son algunas propuestas:

 Derogar el impuesto a las transacciones financieras, convirtiéndola en un pago a cuenta del impuesto a las ganancias.
Las contribuciones sobre la mano de obra sean deducibles del IVA.
La base tributaria del impuesto a las ganancias sea ajustable por inflación.
Eliminar gradualmente los impuestos a la exportación de manera de devolverle a la Argentina un régimen tributario similar al que gozan Uruguay y Brasil.
Eliminar todo tipo de prohibición a las exportaciones o retención del 100 por 100, porque eso hace un daño estructural a la asignación productiva.
Reemplazar por un IVA provincial, el impuesto a los ingresos brutos y los impuestos a los sellos, dejando atrás gravámenes anacrónicos y yendo a un sistema tributario moderno.

Algunas líneas en la Era del Ecoprogreso Por: Florencia Sambito Responsable de Comunicación Aapresid

“La era del Ecoprogreso“ comienza con mucha fuerza: un nuevo espacio de más 5000 m2, una concurrencia de más de 2200 personas, entre productores, estudiantes y miembros de instituciones así como periodistas, de todo el país. 3 días de evento, 3 salas en simultáneo concentraron una centena de Charlas, a cargo de otros tantos disertantes nacionales e internacionales, líderes en su materia. Además, el Salón Metropolitano contó con un espacio destinado a recorrer la infografía de Agricultura Certificada. La puesta en escena, a escala humana, fue visitada por 800 alumnos de nivel primario, secundario y terciario, además de los propios asistentes al Congreso Aapresid. Todas las salas estuvieron atestadas en cada momento: los paneles por cultivos, las charlas de Agricultura Certificada, el Simposio del Agua y un cierre de lujo el viernes, con el “2do Coloquio Quo Vadis Argentina”, abierto a la comunidad.
Quizás caprichosamente, vale destacar algunos momentos del evento. Ideas, preguntas, proyecciones, testimonio de las innovaciones y propuestas, elementos que desde distintas visiones y disciplinas, se conectan en la Era del Ecoprogreso.
Fernando Vilella, miembro del Programa de Agronegocios y Alimentos FAUBA, afirmó que “Argentina puede ser el nuevo surtidor biológico del siglo XXI”, aunque aseguró que para que eso ocurra debe consolidarse antes un “Plan Agroindustrial Argentina 2020” nacional, inclusivo, federal, equitativo y moderno.
Guillermo Toranzos Torinos, Licenciado en Administración y Doctorando en Economía (UBA), indicó que el problema del sector agroindustrial no debe focalizarse sectorialmente sino en el contexto de una política económica que conlleve a una mejor inserción en el mundo. Para ello, se requiere una adecuada calidad de las decisiones en lo institucional y en la definición de fines, de modo tal de alcanzar cada objetivo.
Roberto Cachanosky, licenciado en Economía, fue contundente: “es más fácil construir un país que destruirlo”. El desafío es incorporarse al mundo y eso implica “cambios estructurales”. El cuello de botella del crecimiento en Argentina es la educación”, consideró al tiempo que agregó: “Si el trabajo cerebro intensivo no es tenido en cuenta, vamos a quedar rezagados”.
Sociólogo y economista, Juan José Llach, ex ministro de Educación, describió la situación coyuntural en la que cerca de dos tercios de la población mundial, están aumentando rápidamente sus ingresos desde niveles muy bajos, con consecuencias sin precedentes sobre la demanda de alimentos. Las perspectivas de mercado se acentúan por el hecho de que la mayoría de los países de África y Asia carecen de ventajas comparativas o competitivas suficientes ¿Aprovechará la Argentina esta gran oportunidad que se le presenta, la más importante de los últimos cien años?
El rabino Sergio Bergman, comprometió a los oyentes y más allá de ellos a dejar de ser “habitantes” para pasar a ser “ciudadanos”. No es tan necesario pensar nuevos modos de formar una Nación, como leer y obedecer la Constitución Nacional, donde ya está todo escrito.
En un panel exclusivo para Socios Aapresid, Sara Horowitz dio una verdadera lección sobre Negociación, reconociendo los errores del actor “campo”, en la trama con el gobierno. Una negociación sólo existe si las 2 partes están dispuestas a ceder algo, no se puede partir de la base de que el otro hace todo mal. “No se pueden poner todas las cartas sobre la mesa de movida, tampoco pueden decirse las verdades crudas. Hay que buscar soluciones que trasciendan a los problemas”.
Por su parte, el sociólogo Osvaldo Barsky expresó su sorpresa respecto de la extrema preocupación por las retenciones sin entender que hoy se está discutiendo un asunto muchísimo más espinoso: la ley de arrendamientos.
Entre los contenidos técnicos destacados:
Carlos Diedrich (ASAGA), nos contó algunos datos sobre la comercialización de aceite de palma, el aceite que más se exporta en el mundo, y con el cual se comenzó a trabajar en certificación desde hace algunos años. En el 2008 se realizó el primer embarque certificado, y en el 2009 se calcula que el 3,5 % del comercio global será certificado, con Europa como comprador.
“La realidad muestra que no hay áreas infinitas para avanzar con el cultivo de soja”, afirmó Fernando Salvagiotti, técnico de INTA Oliveros y especialista en nutrición de cultivos y fertilidad de suelos. Como principio rector de las intervenciones planteó la necesidad de que los recursos estén disponibles en el momento en que se requieren, puesto que “el incremento del rendimiento se obtiene cuando se hace coincidir la mayor demanda de recursos con la mayor oferta”.
Dusty Post, líder de tecnología de Maíz de Monsanto, contó que el 70% del agua que se consume en el mundo tiene el riego como finalidad, y que del riego que se realiza en USA sólo el 45% es eficiente. En el mundo, el 67% del maíz se cultiva en secano, y por todo esto es que trabajan fuertemente en tolerancia de esta especie a stress hídrico.
El Simposio Internacional del Agua, co-organizado por ASA, tuvo como eje central el problema de la escasez de agua a futuro y el desafío de generar conocimiento biotecnológico que derive en la obtención de plantas susceptibles de tener una mayor tolerancia a la sequía.
Algunas ideas que nos dejó el 2do Coloquio QUO VADIS ARGENTINA:
Con el marco del “Taller de intercambio sobre los impactos de la agricultura en el ambiente y la salud humana”, el ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao opinó que existen graves problemas para comunicar los beneficios de la tecnificación del agro. “Preocupa la aparición de un discurso que ya no es ecologista sino que es anti-tecnológico y anticientífico”, aseveró y agregó: “la sociedad piensa que el uso de agroquímicos beneficia sólo a un grupo reducido y está la idea de que el resto es perjudicado”. Además, se refirió a la investigación de Andrés Carrasco sobre el efecto nocivo del glifosato y opinó: “Es poco ético publicar informaciones preliminares en la prensa”.
Jorge Adámoli, reconocido ecólogo, cuestionó la calidad y el contenido de esa investigación. El informe concluye de una manera previsible y extrapola los resultados- la asociación lineal entre las malformaciones neonatales y el glifosato- “sin más y linealmente” hacia los humanos.
Sobre Políticas de Estado se explayó Fernando Straface, co-fundador del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). Afirmó que “no hay en el mundo países desarrollados con gobiernos subdesarrollados. Hay una afinidad efectiva entre calidad de gobierno y crecimiento económico, más allá de las discusiones sobre cuál de esas variables es la determinante.
El economista Antonio Margaritti citó el caso de Rusia, donde se implementó desde 2001 el denominado “Flat-Tax”, sistema impositivo que recae de manera “equitativa sobre todas las billeteras de las personas físicas y las chequeras de las sociedades comerciales”. Para el especialista, avanzar hacia la reforma de un sistema tributario basado en “un impuesto único, simple, con tasa plana, uniforme y con mínimos no imponibles muy altos se encuentra la clave del nuevo pacto social que debemos construir para terminar con la pobreza en nuestro país.”
El diputado nacional por la Coalición Cívica, Fernando Iglesias lanzó una propuesta audaz: “La mesa de enlace debería lanzar ya una plan de hambre cero” para demostrarle al gobierno que puede ser solidario y garantizar el desayuno y el almuerzo de los chicos que asisten a los comedores escolares.
“Debemos reemplazar el verbo creer por querer”, así concluyó el filósofo Tomás Abraham el espacio de pensamiento que se abrió con el último Congreso de Aapresid.

Por:Julio José Prado


Thomas Malthus se ha convertido en uno de los más citados, pues hace más de 200 años, predijo que la oferta de alimentos no alcanzaría a satisfacer la demanda, ya que hay un límite fijo de áreas cultivables. En este artículo analizo brevemente las tesis de los neo-malthusianos, y algunos de los errores que comenten al analizar la crisis actual de los alimentos. Sin duda el mundo atraviesa por graves problemas pero no por las causas que muchos creen.

Desde hace varias décadas no se veían protestas, paros, y preocupación mundial generalizada por el alto precio de los productos. Ante estas escenas preocupantes repitiéndose en todos los países, Thomas Malthus se ha convertido en uno de los más citados, pues hace más de 200 años, predijo que la oferta de alimentos no alcanzaría a satisfacer la demanda, pues hay un límite fijo de áreas cultivables, y la población crece en forma geométrica, mientras los alimentos lo hacen en forma aritmética.

Cuando Malthus escribió su “Ensayo sobre los principios de la población” en 1798, generó un gran debate entre los otros grandes pensadores de su época -sobre todo los seguidores de Adam Smith y David Ricardo- pero en ese momento tal como ahora, hubo muchos adeptos a la teoría maltusiana que sonaba lógica. Lamentablemente para Malthus, pero ventajosamente para la humanidad, poco tiempo después de que éste profetizara el fin de los alimentos, vino la revolución industrial y con ella el aumento significativo de la productividad de las cosechas, que cubrió con facilidad las necesidades alimenticias hasta la actualidad; todo esto mientras se vivía una de las bonanzas económicas más grandes de la historia, y un crecimiento de los salarios y la demanda.

Esa no fue la última vez que los maltusianos fueron el centro de atención, de hecho en varios momentos del Siglo XX, cuando los alimentos sufrieron un alza de precios, se volvió a escuchar con fuerza la profecía del fin de los alimentos (y la humanidad). La última vez fue en la década de los 70, cuando el precio del petróleo se disparó y la población mundial creció en forma acelerada (los famosos “baby boomers” de la post-guerra).

Ahora, en la primera década del S. XXI, nos encontramos nuevamente ante los Neo-Maltusianos quienes anuncian el fin de los tiempos debido a la escasez de alimentos(ojo, Malthus, hizo grandes aportes a la ciencia económica y a la filosofía, que no ponemos en tela de duda). ¿Será que ahora sí tienen razón? Indudablemente, la situación actual es preocupante, y con toda seguridad sufriremos grandes desequilibrios durante los próximos años, pero al igual que en los últimos 200 años de historia económica, este no parece ser el fin de humanidad ni del modelo capitalista (que algunos con bombos y platillos ya celebran en forma anticipada).

Hay varios temas que los maltusianos (los de ahora y los antes), no toman en cuenta:

Productividad: Todavía, estamos muy lejos de alcanzar el tope de productividad de la tierra. Es decir, se pueden seguir haciendo mejoras que permitan producir más alimentos con menos recursos.

La moda verde: todos queremos un mundo menos contaminado, pero si es a cambio de la falta de alimentos seguramente habrá que buscar otra forma de hacerlo. Concretamente, los alimentos orgánicos que parecían el futuro de la agricultura, han generado una reducción de la productividad y un aumento del uso del suelo, porque no utilizan fertilizantes químicos pero al costo de reducir la eficiencia de las cosechas. No se trata de volver a tener una agricultura contaminante, pero hay que buscar soluciones que sean eficientes en términos de producción y al mismo tiempo no contaminen… (eso es totalmente posible y de hecho, este tipo de producción limpia pero de alta productividad ya está en marcha).

Los precios altos: Un tema que siempre es desestimado por los maltusianos, es el poder de los precios. Al subir el precio de venta de los alimentos, la actividad agrícola se torna más rentable, eso hace que más gente decida cultivar, lo cual genera más oferta y a la larga los precios vuelven a bajar. Ese ciclo económico que en el papel parece complicado, es lo que hemos visto durante los últimos 200 años. De hecho, este año el mundo tendrá un record histórico de producción de alimentos, lo que hará que poco a poco la presión sobre el precio de alimentos disminuya.

Los Gobiernos: Unos los mayores problemas se da cuando la intervención de los Gobiernos no permite que el mecanismo de mercado descrito en el párrafo anterior, funcione. EEUU y Europa subsidiaron la producción de biocombustibles, generando una sobredemanda de materia prima (maiz, soya, etc..), lo que elevó los precios. Al mismo tiempo – lo que agravó el problema- se pusieron restricciones a la importación de biocombustibles más baratos para “proteger la industria nacional”. En varios países del mundo, se están restringiendo las exportaciones de alimentos, lo que justamente impide que los agricultores tengan incentivos para cultivar y cosechar más. En gran parte, los precios altos y la escasez de alimentos, dependen de lo fuerte y prolongadas que sean estas intervenciones en el mercado… pero eso no tiene nada que ver con Malthus.

Especulación: Un gran componente del alza de precios en los alimentos, está dado porque los alimentos se han convertido en un producto financiero. Con la devaluación del dólar y la crisis de vivienda en EEUU, muchos inversionistas están apostando a la compra de futuros en el mercado de alimentos y eso genera un alza de precios inusual. ¿Se corregirá ese problema? Por este lado todo depende de tres factores: si la recesión en EEUU se profundiza, si el dólar se sigue devaluando, y si el precio del petróleo sigue subiendo.

La demanda: Así como en la década de los 70 se culpó al crecimiento demográfico de la escasez de alimentos, hoy en día se habla de China e India. Lo cierto que el éxito económico de esos países y el consecuente aumento del consumo, no debería ser un motivo de preocupación sino de alegría. Es cierto que el mundo necesitará alimentar a más chinos cada vez, pero ese crecimiento es justamente parte de la dinámica que hace que los mercados mundiales se muevan y se generen nuevos incentivos para producir.

En definitiva, muchos elementos nos hacen pensar que las premoniciones maltusianas que no se han cumplido durante los últimos dos siglos, no cumplirán ahora tampoco. El mercado encuentra la salida, siempre que se le permita hacerlo. Cierta “ayuda” de los Gobiernos es indudablemente necesaria para evitar que los segmentos más pobres de la población puedan seguir alimentándose, pero fijaciones de precios y restricciones comerciales solo agravan el problema.
De lo que no hay duda, es que no será la primera ni la última vez que Malthus se pone de moda.

Red Surcos lanza OILPRID

Red SURCOS, empresa argentina especializada en insumos y servicios agropecuarios, presenta OILPRID Surcos una nueva tecnología que mejora y potencia la eficacia de los plaguicidas en frutas (para manzanas, peras, duraznos, ciruelos, citrus y olivos) en una sola aplicación.
OILPRID Surcos es una solución insecticida nacional para tratamientos invernales, que gracias a su principio activo Imidacloprid al 3%; el aceite vegetal al 47%; y la tecnología utilizada en su formulación, Suspoemulsión; maximiza la concentración del componente vegetal garantizando mejor eficacia y fitocompatibilidad.
De esta manera se logra resolver los problemas de plagas de épocas invernales y de pre-floración obteniendo mayor adherencia a la superficie de los árboles y una óptima absorción con acción prolongada y residual.
Este nuevo producto aprovecha las bondades del aceite vegetal y agrega un neonicotinoide (insecticida que actúa principalmente por contacto y en forma sistémica) con el objetivo de ampliar el rango de plagas a controlar, ejerciendo así su acción plaguicida por sofocación (asfixia) y de repelencia sobre numerosos insectos.
OILPRID Surcos sigue la línea de trabajo de la empresa, invocando las premisas de disminuir costos y tiempos de aplicación pensando en el cuidado del medioambiente y del operario. “Al tener un alto contenido de aceite, prescindir del uso de petróleo y controlar varias plagas con una sola aplicación se convierte en un producto de bajo costo y baja toxicidad tanto para los seres humanos como para el medioambiente” explicó el Ing. Agr. Luis Casas, Gerente de Marketing y Desarrollo de Red SURCOS.
“El desarrollo de esta nueva tecnología es producto de la innovación constante, característica que se alinea a la misión de la empresa de consolidar transferencia de tecnología a cualquier zona del país y a todo tipo de productor” afirma el Méd. Vet. Carlos Calvo, Titular de Red SURCOS.
Sobre Red Surcos: Empresa proveedora de insumos y servicios agropecuarios, conformado en su totalidad con capitales nacionales. Bajo la denominación de Ciagro Santa Fe SRL viene operando en el mercado agropecuario desde hace más de 30 años, desde mayo de 2008 adquirió su actual identidad, Red SURCOS. La dotación del capital humano, supera los 200 colaboradores, con una alta profesionalización de los procesos operativos y su campo de acción alcanza la suma total de 32 puntos de ventas localizados estratégicamente en zonas productivas del país: Entre Ríos, Santa Fe, Santiago del Estero, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza y Río Negro.

Por: Iván Gándara

La maquinaria agrícola argentina sigue creciendo en los mercados del mundo gracias a su tecnología de punta y a la versatilidad para adaptarse a las prácticas agrícolas, suelos y climas de los más diversos países. Y una de las herramientas principales para ese crecimiento es la exhibición de todas las novedades argentinas y los contactos comerciales que se llevarán a cabo en noviembre, cuando los fabricantes argentinos arriben a Agritechnica 2009, la mega exposición que se realiza bianualmente en Hannover, Alemania. Para llevar adelante esta misión comercial, Expoagro junto a la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA) y la Fundación ExportAr están trabajando con los empresarios del sector en un plan de acción que -estiman los organizadores- superará las expectativas. "Luego de la participación en Agritechnica 2007, cuando nos acompañaron 21 empresas, esta año confiamos en llegar a duplicar la cantidad de participantes, por lo que consideramos que será un éxito", dijo Eugenio Schlossberg, gerente general de Expoagro.
El viaje a la exposición a cubierta más grande del mundo se da en el marco de un convenio de cooperación firmado con la Sociedad Alemana de Agricultura (DLG) -que es la institución organizadora de Agritechnica- y Expoagro, que coordina todo para la participación Argentina en la feria agrícola alemana. La muestra se realiza entre los días 8 y 14 de noviembre. "A diferencia de la edición 2007, estamos trabajando para agregarle más contenido a la misión comercial y promoverla a través del concepto <>. Por tal motivo es que ya estamos en contacto con los organizadores de la feria para llevar a cabo diversas tareas", adelantó Alejandro Clot, gerente técnico y comercial de Expoagro, quien también agregó: "estamos en contacto con el INTA y asociaciones de productores para conformar una comitiva sólida y representativa de todo el sector".
Agritechnica se celebrará del 8 al 14 de noviembre de 2009 en el recinto de la Feria de Hannover. En la última edición participaron 2.188 expositores procedentes de 36 países. Más de 340.000 visitantes, 72.000 de ellos procedentes de países extranjeros, que se informaron sobre las novedades e innovaciones de la técnica agrícola. Los organizadores de la DLG (Deutsche Landwirtschafts-Gesellschaft - Sociedad Alemana de Agricultura) esperan también este año una participación de cerca de 2000 fabricantes de tractores, maquinaria y útiles agrícolas nacionales y extranjeros.

Las actividades en el pabellón argentino:
- Las empresas nacionales podrán desarrollarán sus contactos comerciales dentro del Pabellón Argentino, que tiene una superficie de 114m2. Las provincias auspiciantes contarán con espacios semi-privados para hospedar a sus empresas con el fin de proporcionarles las condiciones adecuadas para generar reuniones de negocios con potenciales clientes de todo el mundo. Se contará con sistemas de audio y video para promocionar tanto la industria como los diferentes sistemas productivos.
- Exhibición de uno de los desarrollos premiados del Premio Ternium Siderar Expoagro a la Innovación en Maquinaria Agrícola en el Pabellón del World Soil and Water Show. De esta forma se estará mostrando el potencial de los desarrollos argentinos, y a la vez se estará promocionando nuestro premio a la innovación en maquinaria agrícola.
- Participación en el foro del World Soil and Water Show. Con la participación de un técnico especialista del INTA que disertará sobre: Argentine Farming Production "No till crops with residue cover".
- Conferencia de prensa: dirigida a la prensa alemana e internacional. En la conferencia se tratarán principalmente las siguientes temáticas: Tecnologías de Producción Agropecuarias Argentinas, Modelo de Eficiencia y Sostenibilidad, Oferta de Tecnología Argentina Exportable.
- Cocktail junto con empresarios y periodistas. Se harán invitaciones a diplomáticos de embajadas de Europa y autoridades de diferentes empresas, gobiernos e instituciones.

Completo programa de exposición
Todo el programa de la exposición de Agritechnica 2009 se presentará sobre el mayor recinto ferial del mundo, en pabellones modernos y con una única planta. Las más de 30 ha. de superficie de la exposición comprenden los siguientes grupos temáticos:
• técnica de cultivo del suelo, siembra, abono, aspersión e irrigación
• protección y cuidado de plantas
• técnica cosechera de forrajes, cereales, raíces y tubérculos, maíz
• procesamiento y tratamiento de la cosecha
• tractores, vehículos de transporte, técnica de transporte
• producción de plantas energéticas
• técnica forestal, técnica comunal, conservación del paisaje
• cultivo de hortalizas del campo, cultivo ecológico
• técnica para frutas, cultivo vitícola y cultivos especiales
• medios de producción (biotecnología/simientes, abono, protección de plantas, combustibles y lubricantes)
• electrónica, software agrario, agricultura de precisión
• componentes, técnica de tracción, piezas de repuesto, accesorios
• servicios en torno a la técnica de los productos de segunda mano y la comercialización
• gestión, información, ciencia e investigación

"Suelo y Agua"
Agritechnica, en su edición 2009 dedicará una atención particular al tema "Suelo y Agua". El suelo y el agua son los principales factores de producción agrícola por eso su uso sostenible y eficiente será el principal reto para la agricultura del futuro. En el marco del "World Soil and Water Show" y sobre una superficie de exposición de 1.000 m2, se presentarán de forma ejemplar conceptos para un uso del agua y un cultivo del suelo innovadores que se aplican en diferentes partes. El visitante podrá informarse en un instante sobre
En este marco, Expoagro se ha propuesto como el vehículo para aglutinar y coordinar los esfuerzos de las distintas instituciones públicas y privadas con las empresas de maquinaria agrícola nacional directamente interesadas, para que la presencia de Argentina en esta exposición trascienda los límites del Pabellón Argentino, propiamente dicho.
Los organizadores trabajan por estos días junto a Fundación ExportAR para lograr el apoyo de las Provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe; al igual que el 2007.
Estos son los inscriptos como Co-Expositores del Pabellón Argentino, hasta la fecha:
1. AKRON 2.RICHIGER 3.Ángel SANSONI 4.APACHE S.A. 5.ASCANELLI 6.BUFALO S.A. 7.BYM S.A. 8.MAINERO 9.CESTARI 10.CHALERO 11.CRUCIANELLI 12.FRANCO FABRIL 13.GHERARDI 14.IGB S.A. 15 V. JURI 16.BERTINI 17.MEGA 18.IPESA 19.HYDROM OLEODINAMICA 20.MARTINEZ y STANECK 21.METALFOR 22.Metalúrgica PAGANO 23.NIEVAS 24.OMBÚ 25.PALOU 26PIEROBON 27.PIERSANTI 28.PULQUI 29.TECNOGA 30.TRAFER 31. VASSALLI Fabril 32. VESTA 33. YOMEL

Por: Asociación de Productores de Leche.



La lechería argentina se encuentra transitando por una aguda crisis que es necesario definir:

Las causas que podemos señalar son:

1. Los errores y torpezas cometidos por el Gobierno Nacional cuyas consecuencias más importantes son:

•Vaciamiento económico del sector lechero: El Gobierno se apoderó de los recursos del sector y deprimió sus ingresos con retenciones que llegaron a superar el 50 %, impidiéndole contar con las reservas necesarias para afrontar la crisis actual con recursos propios.

•Distorsiones en los mercados mediante interferencias, presiones y prohibiciones, de dudosa legalidad, generando: a) dificultades para exportar con pérdida de mercados provocando una sobreoferta en el mercado interno que deprimió los precios al productor. b) Baja participación del productor en el precio final de los lácteos.

•Excesiva participación del sector público en los precios finales al consumidor, alrededor del 30 %, con una apropiación exorbitante de los márgenes de la cadena a través de impuestos regresivos y distorsivos como los del consumo, Ingreso Bruto o el llamado impuesto al cheque.

2. La caída de los precios internacionales que prefiguran un techo a los precios internos.

3. Las consecuencias de una sequía grave y generalizada con falta de recursos forrajeros y un encarecimiento importante de los costos de alimentación.

4. Desfasaje entre el cobro de la leche, con plazos que rondan entre los 60-70 días, y los pagos de insumos, especialmente de algunos alimentos que son anticipados o al contado.


Las consecuencias han sido:

1.. Económicas: Iliquidez, pérdida del capital de trabajo y descapitalización.
Costos superiores al precio recibido por el productor que llevan a una situación de quebranto y liquidación de tambos.
2.. Financieras: Imposibilidad de comprar los insumos necesarios para producir, principalmente los alimentos para las vacas en condiciones de sequía.


Los remedios necesarios:

Es por ello que el sector pidió al P.E.N. con carácter de urgencia, medidas para salvar a los tambos de la actual crisis, a la par de fijar políticas serias y coherentes.

En ese sentido reclamamos:

•Aumentar la compensación actual hasta no menos de $0.50/l y hacerlo extensivo a toda la producción hasta que las condiciones adversas se reviertan.

•Eliminar todas las interferencias en los mercados, como precios acordados, permisos de exportación y stocks de intervención que generan sobreofertas.
Interferencias que no hacen más que inducir cárteles por parte de la industria o generar transferencias espurias hacia algunos sectores de la cadena.

•Promocionar la exportación de lácteos aumentando los reintegros y otras medidas complementarias. Coordinar entre los actores privados la salida fluida de excedentes.

•Otorgar un crédito a las empresas lácteas que les permita saldar a sus tamberos remitentes toda la leche adeudada, como así también abonar semanalmente las próximas entregas de leche cruda.

•Habilitar créditos a los productores acordes con la situación critica de la producción, con bajas tasas de interés y dos años de gracia, para poder hacer frente a las deudas y los gastos, principalmente la comida de las vacas.

•Asistir eficazmente a los sectores de menores recursos, de cara a la aguda crisis que se vive, sin clientelismos ni demagogias.

•Disminuir la carga impositiva excesiva en los productos lácteos.



Proyectos de Ley:

Pero es importante insistir que la crisis del sector, que no tolera distracciones, no se debe a falta de leyes sino al desmanejo de este gobierno en los últimos años con políticas y medidas que, incomprensiblemente acompañadas por algunos sectores de la producción, se han demostrado irracionales al lograr objetivos opuestos a los pretendidos, frenando la oferta y disminuyendo la participación del productor en el precio final de los lácteos.

No se necesitan más intervenciones rayanas en la ilegalidad, ni castigar al sector agropecuario con retenciones, sino permitir que el mercado opere y se exprese libremente. Que las correctas señales de precios orienten al productor en sus decisiones y que el sector pueda acumular en los momentos de bonanza para poder hacer frente a los de "vacas flacas" con recursos propios, sin depender de dádivas condicionadas como ocurre actualmente, que no son más que una mezquina devolución de confiscaciones previas. El sector no puede subsidiar al consumidor como se pretende sino que tiene que haber ayudas directas a los sectores de menores ingresos, que no sean vergonzantes ni clientelistas.

El resultado es inédito en el mundo. Un país con potencial productivo que desde hace 10 años permanece estancado en su producción de leche.

No hacen falta nuevas leyes que aseguren el normal abastecimiento de lácteos cuando se sabe que la Argentina es un país exportador de ellos desde hace muchos años, produciendo excedentes sobre los niveles de consumo interno.

No hacen falta nuevas leyes que signifiquen una nueva gabela al productor con la creación de fondos a su cargo. Hacen falta estímulos y bajar el "costo argentino" para darle más competitividad a la lechería argentina frente a las distorsiones originadas en países centrales y políticas acertadas de países competidores.

No hacen falta nuevas leyes que agreguen nuevas interferencias a las exportaciones.

Hacen falta estímulos a las mismas con aumentos de los reintegros y otras medidas complementarias.

No hacen falta nuevas leyes que signifiquen auto financiamiento, sino nuevos créditos con tasas adecuadas en vez de dárselos a multinacionales en problemas.

No hacen falta nuevas leyes que procuren información sectorial al tiempo que se toma por asalto al INDEC para distorsionarla o se desmantela la que hasta hace poco generaba la Secretaría de Agricultura.

No hacen falta nuevas leyes para pedirle a las provincias que registren a los tambos y las empresas lácteas, que generen información y hagan cumplir las normas sanitarias o bromatológicas.

No hacen falta nuevas leyes para combatir a la informalidad ni los desvíos a la competencia.

No hacen falta nuevas leyes para desarrollar planes estratégicos.

No hacen falta nuevas leyes que establezcan sistemas de fijación de precios de imposible aplicación o en el mejor de los casos con resultados contrarios a los buscados.

No hacen falta nuevas leyes que establezcan nuevas burocracias para monitorear la marcha de un sector cuando la actividad privada lo puede hacer con ventaja si los organismos públicos cumplieran con su obligación de recabar información fidedigna.

No hacen falta nuevas leyes sino volver al Estado de Derecho, abandonando prácticas ilegítimas con acuerdos, amenazas, presiones, ridículos intervencionismos y cárteles inducidos.

Lo que hace falta son medidas y programas que aseguren una mayor competitividad a la lechería, bajando la carga impositiva, en particular el de impuestos regresivos al consumo, aplicando desgravaciones impositivas al uso de fertilizantes o los alquileres por ejemplo, estimulando la exportación e invirtiendo en investigación y desarrollo e infraestructura.

Para concluir:

No creemos que sancionar una nueva ley sin la maduración y los consensos necesarios resulte positivo, ya que no es probable que llegue a solucionar los problemas actuales más agudos y que en cambio pueda servir para generar algunos en el futuro como una larga experiencia lo demuestra.

La mejor Ley de Lechería para APL es la Constitución Argentina, cuya efectiva vigencia la protegería ya que es una actividad lícita ejercida, a Dios gracias, por productores chicos, medianos o grandes indistintamente. Esta pluralidad de situaciones y características empresariales y productivas enriquecen las posibilidades del país, tan maltrechas y disminuidas por interferencias arbitrarias y políticas negativas, facilitadas por delegación de facultades del Congreso que colocan el honor y la fortuna de los argentinos a la arbitrariedad de algunos funcionarios.

Debemos pensar que no son las interferencias las que logran que la Sociedad Civil funcione mejor, sino la preafirmación habitual y el correcto funcionamiento del modelo constitucional, que permite que la organización del poder y la vigencia plena del Estado de Derecho posibiliten el éxito de la sociedad en el ejercicio legítimo de su derecho a la prosperidad.

Creemos que la inquietud de los Sres. Diputados, representantes de los pueblos de las Provincias, debe estar orientada a establecer consensos sobre reglas de juego y garantías suficientes para generar confianza, que coloquen a los emprendedores y a todos los habitantes que participan en actividades lícitas, en nuestro caso la lechería, a resguardo de dichas interferencias e intervenciones caprichosas innecesarias que surgen muchas veces de la imaginación, las preferencias, los prejuicios o la falta de correcta información. Solo así se podrá cumplir con el objetivo constitucional de promover el bienestar general o en otras palabras la justicia social.